Bob Dylan cumple 70 años: diez canciones dedicadas a un genio
El camaleónico Bob Dylan es quizás el artista que más homenajes y tributos ha recibido de sus propios colegas. Desde David Bowie hasta Andrés Calamaro, decenas de actos provenientes del mundo entero se han inspirado en la vida y la obra del enormísimo cantautor de Duluth, Minnesota, para dedicarle algunas de sus canciones más emotivas. Algunos lo han parodiado, otros lo han cuestionado sutilmente y no han faltado aquellos que han pretendido burlarse ingeniosamente de él, como el inefable ‘Weird Al’ Jankovic, todo un especialista en estas lides.
Bob Dylan es un faro de la cultura occidental. Y por eso, casi en la víspera de su cumpleaños número 70, todos los tributos son pertinentes y bienvenidos.
Aunque existen muchas más, aquí les presento diez emblemáticas canciones dedicadas al más importante compositor de todos los tiempos. ¡Si conocen otras no dejen de compartirlas!
1. DAVID BOWIE – “Song For Bob Dylan”
El Duque Blanco, en uno de sus mejores discos (“Hunky Dory”, de 1971), lo dice casi todo en este emocionante tributo a su amigo y fuente de inspiración: “Escucha esto, Robert Zimmerman / Escribí una canción para ti / Sobre un extraño joven llamado Dylan / Con una voz que parece de arena y pegamento”. El cantautor proteico y revolucionario de los 60 ya era visto por sus pares como un héroe cultural a inicios de la siguiente década. Y esa admiración no dejaría de crecer y evolucionar con los años. La mejor manera posible de empezar este recuento.
2. SYD BARRETT – “Bob Dylan Blues”
No se trata de un cover de la canción “Bob Dylan’s Blues” que aparece en el clásico “The Freewheelin’ Bob Dylan”, de 1963, sino de un curioso y divertido tributo (en el que no falta la burla respetuosa) escrito por el fundador de Pink Floyd poco antes de convertirse en la más notoria víctima de la experimentación desaforada con el LSD en aquella década. La canción fue ‘redescubierta’ a inicios del nuevo milenio gracias a David Gilmour en la recopilación “Wouldn’t You Miss Me?” y, desde entonces, tiene un lugar privilegiado en el canon oficial de los ‘Dylanólogos’.
3. CAT POWER – “Song For Bobby”
En “Jukebox”, su álbum más reciente, Chan Marshall interpreta un puñado de covers consagrados a algunos de sus artistas favoritos (como “I Believe In You”, del mismo Dylan) y tan solo un par de temas originales: uno de ellos es una nueva versión de un viejo clásico (“Metal Heart”) y el otro es este conmovedor homenaje, en el que la adorable cantautora nacida en Atlanta no solo enumera sus varios encuentros con el autor de “Knockin’ On Heaven’s Door”, sino que le declara su afecto de la manera más urgente posible: “¿Me dejas decirte que quiero que seas mi hombre?”. Conociendo al viejo socarrón, seguramente no tardó mucho en atracar.
4. ‘WEIRD AL’ YANKOVIC – “Bob”
Si su nombre (“Bob”) ya es un palíndromo, ¿por qué no hacer una canción formada íntegramente por versos que pueden leerse de la misma manera al derecho y al revés? De eso trata esta parodia del gran Weird ‘Al’ Yankovic, quien le ha dado similar tratamiento a innumerables hits de Michael Jackson, Nirvana y un etcétera tan largo como hilarante. Otras parodias notables que vale la pena mencionar son las de Simon & Garfunkel (“A Simple Desultory Philippic (or How I Was Robert McNamara’d into Submission”) y del gran John C. Reilly, como Dewey Cox, en la ultra recomendable película “Walk Hard”, del 2007.
5. GILBERTO GIL – “De Bob Dylan a Bob Marley. Um samba provocao”
Samba, la voz aterciopelada de Gil y una letra que no esquiva el tópico de la discriminación racial: la MPB aguda e intelectual del futuro Ministro de Cultura brasileño estableciendo un paralelo entre dos artistas fundacionales que comparten el mismo nombre de pila. No es un clásico, claro que no (aparece en el disco “O Eterno Deus Mu Dança”, de 1989), pero sí una entrañable curiosidad que no podía pasar por alto. Ojo: la canción empieza a los 50 segundos del video…
6. AGAINST ME! – “Bob Dylan Dream”
Desde el éxito del fenomenal “New Wave”, uno de mis discos favoritos de la década pasada, la banda de Tom Gabel no ha dejado de marcar distancia de sus horrísonos orígenes punks para abrazar un estilo mucho más expansivo y universal. En el inicio de esta canción, que aparece en el reciente “White Crosses”, del año pasado, Gabel nos cuenta que la noche anterior soñó que Bob Dylan era su amigo. A mí me pasa todo el tiempo.
7. LOUDON WAINWRIGHT III – “Talking New Bob Dylan”
Cuando el papi de Rufus Wainwright inició su carrera como cantautor, a inicios de los 70, muchos no tardaron en calificarlo como el ‘siguiente Bob Dylan’ (una frase que con el tiempo ha servido para designar a tantos solistas, desde Bruce Springsteen hasta Conor Oberst, que ya perdió toda validez), pero lo cierto es que existían muchas diferencias entre uno y otro. De hecho, la obra de Wainwright III siempre ha sido un genuino derroche de buen humor y espíritu satírico. Y la prueba es este tema de 1992, compuesto a propósito del cumpleaños número 50 del gran Bobby D.
8. WILCO – “Bob Dylan’s 49th Beard”
Una joyita bastante desconocida de la banda liderada por Jeff Tweedy, otro de los talentosos discípulos que Dylan ha diseminado por el mundo sin proponérselo. Esta encantadora miniatura aparece en el EP “More Like the Moon”, que la propia banda puso gratuitamente en circulación en el 2003 a través de su web oficial.
9. MINUTEMEN – “Bob Dylan Wrote Propaganda Songs” y “History Lesson Part II”
Los monarcas de la brevedad rockera lograron en su cortísima carrera forjar uno de los catálogos más fascinantes de todo el indie norteamericano de la década del 80. A su manera, el trío formado por D.Boon, Mike Watt y George Hurley hizo una labor similar a la de Dylan en sus años de portavoz generacional: fraguar ingeniosas y socarronas crónicas musicales impregnadas de una profunda consciencia social. En este par de canciones (una de ellas, “History Lesson Part II”, debe figurar entre las mejores de toda la década del 80, sin importar el género), los Minutemen mencionan y, en cierto sentido, invocan al genio de Duluth con su clásica e irrepetible frugalidad. Una banda que no debemos olvidar. En serio.
10. ANDRÉS CALAMARO – “Elvis está vivo”
Algunos lo ven como el principal epígono de Dylan en nuestro idioma. Otros lo consideran un vulgar imitador. Lo cierto, sin embargo, es que Calamaro ha dedicado buena parte de su carrera a explorar las posibilidades de la ‘canción de autor’, algo que lo emparenta con Dylan, aunque muchos puristas se escandalicen cada vez que el argentino decide emular sin mayores afeites al gran Bob, como en aquel concierto ofrecido en el estadio Monumental de Lima un par de años atrás. Con sus excesos y patinadas, Calamaro se merece nuestro respeto por sus mejores canciones. Y por su sentido del humor: en este tema, Calamaro alucina que el Rey del Rock sigue vivo y coleando, y que la información privilegiada de su paradero y estado de salud también la maneja Bob Dylan, que es ‘muy discreto’ y por eso ‘no dice nada’. Nosotros tampoco.
Servidores de Amazon colapsaron por demanda del último CD de Lady Gaga
San Francisco (AP) . Amazon ofreció el lunes en su tienda en línea el nuevo álbum de Lady Gaga “Born This Way” por 99 centavos de dólar, pero la demanda fue tan grande que no se podía descargar por momentos.
Al igual que la persona en la canción “Telephone” de Lady Gaga, algunos visitantes al sitio de Amazon encontraron una señal de “ocupado” cuando trataron de bajar la versión digital del más reciente álbum de la cantante.
La vocera Sally Fouts dijo que Amazon experimentó un volumen de tráfico tan grande que causó retrasos para aquellos que descargaban el álbum, un mensaje similar al que había en la página del disco en Amazon.com. Los clientes que ordenaron la versión MP3 de “Born This Way” el lunes la obtuvieron por 99 centavos, agregó.
Lady Gaga, cuyo verdadero nombre es Stefani Germanotta, es famosa por sus éxitos pop y por su manera extravagante de vestir.
Las reseñas de los clientes le daban al álbum un promedio de tres estrellas de cinco posibles.
Fotos inéditas de Michael Jackson servirán para financiar proyecto ecológico
Un total de 130 fotos inéditas de Michael Jackson a los 19 años, cuando junto con sus hermanos pertenecía al grupo The Jackson Five serán puestas a la venta por el inventor estadounidense Reginald García, quien de esta manera espera conseguir dinero para realizar las pruebas de funcionamiento de un motor eléctrico que, según dice, genera más electricidad de la que utiliza y podría acabar con los problemas energéticos del mundo.
García fotografió a Jackson y sus hermanos en medio de las grabaciones de un video realizado en Hollywood, en 1978 indicó la página web de la cadena de noticias CNN.
El informe refiere además que las fotografías a color muestran a los Jackson Five vestidos de smoking azul, mientras que las imágenes en blanco y negro son de los momentos de descanso en la grabación.
EL PROYECTO
La venta de las fotos tomadas por García permitirá demostrar a que la idea funciona y que todo lo que propone el proyecto es viable.
David Marohnic, socio de García, manifestó a CNN que luego de hacer algunos trabajos en un motor estándar, este “captura el campo electromagnético negativo a medida que colapsa, envía la energía a un condensador y recarga la batería”.
“Lo que esencialmente estamos buscando es tomar las fotos que tomó Reggie de Michael Jackson, su legado, usar esos fondos para llevar nuestro prototipo al mercado y, finalmente, limpiar el medio ambiente y usar menos gases de efecto invernadero como resultado de un motor que es altamente eficiente”, sostuvo Marohnic.
Una "rabiosa" Shakira asegura que no envió una guitarra a Hugo Chávez
El equipo de relaciones públicas de la cantante colombiana Shakira descartó que esta haya enviado una guitarra eléctrica autografiada como obsequio al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tal como lo informó el ministro de Comunicación de este país, Andrés Izarra, el último fin de semana.
Izarra, incluso, publicó una foto del instrumento en su cuenta de la red social Twitter y el mismo Chávez agradeció el supuesto gesto a través de la televisión estatal venezolana.
Los representantes de Shakira especularon que quienes enviaron la guitarra fueron los promotores del concierto que dio la artista en marzo, pues ella no acostumbra a realizar así estos regalos. “Pueden estar seguros de que esto la tiene, literalmente, rabiosa”.
Detallaron que cuando la barranquillera desea entrar en contacto con presidentes latinoamericanos, solicita previamente encuentros oficiales. Citaron como ejemplo las reuniones que esta tuvo con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a quien sí le entregó una guitarra autografiada Desde entonces no ha vuelto a realizar nuevos obsequios.
Diez temas de Bob Marley que no puedes dejar de escuchar
DANIEL MEZA
Redacción online
Es muy difícil hacer un ránking de solo diez temas entre una gama interminable de grandes hits de Bob Marley, un músico y cantautor que está a la altura de las mejores bandas de todos los tiempos. Hoy, a 30 años de la muerte del profeta del reggae, nos animamos a hacer nuestra propuesta. Adelantamos que quedan muchos en el papel como “Mellow Mood”, “One Love”, “No woman no cry”, “Buffalo Sodier”, “Natural Mystic” o “Redemption song”. A continuación, estos son los temas del “Rey del reggae” que no debes dejar de oír.
1. “Roots, rock, reggae” (Rastaman Vibration): Encierra lo mejor que tiene Bob Marley: su privilegiada voz (perfecta para el reggae), una trompa correcta, un piano agradable, un bajo pertinente, la percusión precisa, los coros muy bien puestos y el compás perfecto. El disfrute del reggae en su más pura esencia. La pura, purita.
2. “Jamming” (Exodus): De las mejores canciones bailables de Bob. No está claro si se refiere a las ‘sesiones jam’ o si se alude a caer en los efectos del cannabis, pero –de todos modos- el solo escuchar “Jamming, I wanna jam it with you” produce unas ganas irresistibles de mover el cuerpo a su ritmo. Imprescindible.
3. “Three little birds” (Exodus): Si tienes un pésimo día o sientes que el mundo se te viene encima, lo mejor que puedes hacer es escuchar esta (muy) versionada canción (pero en la voz del único). Es una de los temas más felices de Marley y es muy probable que te levante ese ánimo de perros. Dicen que Bob se la compuso a tres pájaros que visitaban a menudo su casa.
4. “Africa unite” (Survival): Bello himno a la unión de las naciones, particularmente a las africanas. Tema del ‘rasta’ que es reflejo de otros tantos por su contenido social, su llamamiento a la no-discriminación y su mensaje pacificador. El sentimiento con el que Bob la canta es indiscutible.
5. “Stir it up” (Catch a fire): Es difícil imaginar un tema en la que los elementos individuales destaquen tanto como en esta exquisita y noble canción. La presencia del bajo es elemental, con un paso realmente dulce. Nunca se escucharon los agudos “wa, wa” de la guitarra eléctrica tan frescos. Y nunca se oyó una frase lasciva mejor cantada que el “Stir it up”. De lo mejor de todos los tiempos.
6. “Is this love” (Kaya): Una canción reggae de amor por excelencia. El amor está en la voz de Marley, en uno de los mejores hits de la leyenda del reggae. “Is this love what i’m feeling?”. A mi gusto, una sublime manera de empezar una lista de reproducción, como se hizo en el compilatorio “Legend”.
7. “Concrete Jungle” (Catch a fire): Junto con “Stir it up”, es otra de las joyas del “Catch a fire”. Sensacional de principio a fin. Nos hace imaginar, con una buena lírica, la pesadilla de sumergirnos en la plena oscuridad de una ‘concrete jungle’, para después hacernos despegar con un solo de guitarra fenómeno.
8. “Sun is shining” (Kaya): Reggae puro y crudo directo a la vena. De los años mozos de Bob Marley, canción que, simple y sencillamente, provoca “mover los pies bajo el sol” y nos hace confirmar que este músico rastafari es un bendecido por Jah.
9. “So much trouble in the world” (Survival): Genial y agonizante tema, cuando no, en una voz divina que combina a la perfección con las voces de fondo, con ese básico sermón social presente. Según musicólogos, “So much trouble in the world” tiene de los mejores órganos sintetizadores usados jamás. Imperdible hit.
10. “One drop” (Survival): Esta canción es genial por varios motivos; es alegre y contagiosa, reconfortante y divertida para escuchar. Es relajada y agresiva a la vez, al momento en que Bob grita “One Drop” y entona esos versos de “resistencia al sistema” que siempre lo caracterizaron. Se trata, sin lugar a discusiones, del “Rey del reggae”. Gloria a Bob, a 30 años de su muerte.
PERU: CRÓNICA: Paul McCartney y una inolvidable noche de euforia y nostalgia
HANS HUERTO
Redacción online
Con un lleno de cabo a rabo en el Monumental, los apus de Puruchuco hicieron silencio anoche para escuchar a una leyenda viva que nos visitaba por vez primera. A las 9:35 p.m., luego de un reel de imágenes del recuerdo, no solo de los Beatles sino también de varias figuras del rock de los sesentas, Sir Paul McCartney saltó al escenario para demostrar con sencillez por qué es el héroe musical de tres generaciones.
Enfundado en un saco celeste, camisa rosa y tirantes negros, Macca arrancó su histórica presentación con “Hello, goodbye”, a manera de saludo con los peruanos que lo esperaban en suelo nacional hace medio siglo.
Esa ya era razón suficiente para que el concierto comience arrancándome lágrimas de emoción, la de escuchar a la voz original de los himnos de mi niñez, verlo moverse, sonreír y tocar el bajo frente a mis ojos. Pero no, mi colega y compañero de concierto interrumpió el desenlace del precoz trance lacrimógeno, mientras se alejaba el estribillo en fuga del “Hella, hey hello…!”.
Del saque, gigantesca la imagen de Macca, un tipo relajado en escena, contento con su banda; un impresionante juego de video y proyecciones en las torres gemelas de pantallas LED colocadas una a cada lado del escenario. Sonido impecable, al menos desde donde yo lo oí, que hace pensar en que el Nacional no debe ser nuestra única plaza conciertera.
Para mantener la energía al tope, le siguió “Jet” de los Wings, un tema que ciertamente impresionó a McCartney ya desde entonces por la entrega del público local.
“All my loving”, la canción que Lennon siempre le envidió a su compadre, continuó, y esta vez sí iba a ‘moquear’ de la peor forma. Cuando de pronto, con los ojos llorosos, tuve que alcanzarle el encendedor a un desconocido que con cigarro en boca me decía “o’flaco, o’flaco”. Nuevamente llanto pasmado.
Ya entonces Paul saludaba a los peruanos, decía que estaba supercontento de tocar para nosotros y lo hacía en castellano, pues, dijo, iba a tratar de hacerlo durante la mayor parte de la noche. Y así fue cuando la gente se volvió al escucharlo decir a continuación “¡Viva el Perú, carajo!”. Un Beatle, sí, gritándonos la arenga nacional básica y por excelencia.
Siguió, tras los saludos, “Let me roll it”, himno Wing y eco sonoro del trabajo de su siamés eterno, Lennon.
Sentado ya al piano, se despachó con “The long and winding road”, “1985” y “Let me in”. Luego dejó el negro piano de cola y guitarra en mano se mandó con “I’ve just seen a face”, “And I love her” y “Blackbird”. McCartney toca y canta muy bien en vivo, más allá de la admiración como fan confeso que le tengo. Sumamente competente en todos los instrumentos que pasaron por él, parecía pasar una divertida revista de todos los que podía sacar del cajón de juguetes.
Fue en “I’ve just seen a face” cuando —durante la parte media, instrumental— me dije “ahora sí, a llorar” y cuando sentía que los ojos parecían desembalsarse, me preguntan: “Oe, ¿quieres chela?”.
Bueno, igual, fue sensacional escuchar “Dance tonight”, con Macca en la mandolina y contento con que una de sus canciones como solista más recientes haya tenido una respuesta masiva del público.
Bombazo. “Eleanor Rigby”; impecable McCartney en la voz, una que, sí, delata los años, sí, a veces llega a las notas altas sin la solvencia de años pasados, pero que es la voz eterna que ha puesto banda sonora a la vida de millones. Y anoche me cantó a mí, a ti y a los demás en el templo crema. Nota personal, los arreglos de cuerdas de esta pieza no respetaron del todo la versión original; obvio, una fue grabada con un conjunto de cámara y la otra, tocada con un sintetizador.
Dedicó a George Harrison “Something”, la misma que arrancó con un ukulele a solas, en un tempo medio reggaedo, para que al inicio del primer coro toda su banda se sume a la interpretación y construyan la memorable canción del desparecido Beatle.
“Band on the run” es de hecho la canción de los Wings que más ha sonado y, en definitiva, en vivo adquiere nueva dimensiones. Todos sus músicos, de largo recorrido al lado de Paul, se sumaron también a su versión de “Obladi-oblada”, algo más acelerada que la original.
Pero Paul, siendo un músico sexagenario, no era un solo de concesiones al pasado en su setlist. Ya nos había dedicado “Back in the USSR” en un video previo a su llegada y entonces llegó la hora de hacer efectiva la tocada (y pensaba más en la línea “You don’t know how lucky you are, boy”). En la misma línea, “Paperback writer”.
Uno de los momentos cumbres vino a continuación, con un nuevo homenaje a John Lennon. McCartney ahora sí convocó a los apus y espíritus de toda índole y el viaje alucinado de “A day in the life” se dejó oir en el estadio, empalmando con el canto congregacional de “Give peace a chance”, de Lennon. Fino, elegante.
Ya había sido instalado un coloreado piano vertical, al centro y adelantito de su escenario, pero McCartney se sentó nuevamente en el piano negro de cola y empezó con “Let it be”, otra de las más coreadas. “Live and let die”, telúrica, explosiva, brutal. El mismo McCartney acabó la canción medio anonadado, por la fuerza con que la habían tocado y los fuegos artificiales que acompañaron cada quiebre de la canción.
A estas siguió “Hey Jude”, interpretada con magistral ejecución, ahora sí, del pequeño piano colorido, la cual cerró este set. Nunca sentí tan reales las cosas que la canción cuenta, con aquello “don’t carry the world upon your shoulder”. Salió corriendo con una sonrisa y volvió agitando la bandera peruana y su guitarrista, la británica.
Más Beatles. “Day tripper”, “Lady Madonna” (sin sus característicos saxos, qué pena) y “Get back” siguieron; aquí, lo que más me conmovió de lo dicho y cantado por Macca, aunque haya sido una nimiedad para muchos. En “Get back”, a media canción pregunta “You wanna get back? Yeah, me too” (Quieren volver, ir al pasado? Sí, pues yo también). Que te lo diga este tío, sabiendo que la semana pasada dijo que extrañaba a Lennon, que lo escuche yo, a quien los Beatles le dieron música a las diferentes partes de su vida y que se lo diga a 50.000 personas que también buscaban eso, recuerdos en vivo… Auch y bravo.
Un nuevo “Viva el Perú, carajo” precedió a “Yesterday”, ensordecedoramente coreada por todo el coloso de Ate y con Macca en guitarra. “You wanna rock?”, toma “Helter skelter”, y nos ‘achoramos’ con lo más pesado y corrosivo del catálogo Beatle.
“Sgt. Peppers…” reducida y “The end” dieron el cierre a la noche, no sin antes Paul decirnos que “nos vemos la próxima” (solo a fines del año pasado estuvo en el continente y ya volvió así que no debería sorprender una segunda visita).
Nunca lloré del todo. Pero siempre celebraré lo de anoche, siempre.
Redacción online
Con un lleno de cabo a rabo en el Monumental, los apus de Puruchuco hicieron silencio anoche para escuchar a una leyenda viva que nos visitaba por vez primera. A las 9:35 p.m., luego de un reel de imágenes del recuerdo, no solo de los Beatles sino también de varias figuras del rock de los sesentas, Sir Paul McCartney saltó al escenario para demostrar con sencillez por qué es el héroe musical de tres generaciones.
Enfundado en un saco celeste, camisa rosa y tirantes negros, Macca arrancó su histórica presentación con “Hello, goodbye”, a manera de saludo con los peruanos que lo esperaban en suelo nacional hace medio siglo.
Esa ya era razón suficiente para que el concierto comience arrancándome lágrimas de emoción, la de escuchar a la voz original de los himnos de mi niñez, verlo moverse, sonreír y tocar el bajo frente a mis ojos. Pero no, mi colega y compañero de concierto interrumpió el desenlace del precoz trance lacrimógeno, mientras se alejaba el estribillo en fuga del “Hella, hey hello…!”.
Del saque, gigantesca la imagen de Macca, un tipo relajado en escena, contento con su banda; un impresionante juego de video y proyecciones en las torres gemelas de pantallas LED colocadas una a cada lado del escenario. Sonido impecable, al menos desde donde yo lo oí, que hace pensar en que el Nacional no debe ser nuestra única plaza conciertera.
Para mantener la energía al tope, le siguió “Jet” de los Wings, un tema que ciertamente impresionó a McCartney ya desde entonces por la entrega del público local.
“All my loving”, la canción que Lennon siempre le envidió a su compadre, continuó, y esta vez sí iba a ‘moquear’ de la peor forma. Cuando de pronto, con los ojos llorosos, tuve que alcanzarle el encendedor a un desconocido que con cigarro en boca me decía “o’flaco, o’flaco”. Nuevamente llanto pasmado.
Ya entonces Paul saludaba a los peruanos, decía que estaba supercontento de tocar para nosotros y lo hacía en castellano, pues, dijo, iba a tratar de hacerlo durante la mayor parte de la noche. Y así fue cuando la gente se volvió al escucharlo decir a continuación “¡Viva el Perú, carajo!”. Un Beatle, sí, gritándonos la arenga nacional básica y por excelencia.
Siguió, tras los saludos, “Let me roll it”, himno Wing y eco sonoro del trabajo de su siamés eterno, Lennon.
Sentado ya al piano, se despachó con “The long and winding road”, “1985” y “Let me in”. Luego dejó el negro piano de cola y guitarra en mano se mandó con “I’ve just seen a face”, “And I love her” y “Blackbird”. McCartney toca y canta muy bien en vivo, más allá de la admiración como fan confeso que le tengo. Sumamente competente en todos los instrumentos que pasaron por él, parecía pasar una divertida revista de todos los que podía sacar del cajón de juguetes.
Fue en “I’ve just seen a face” cuando —durante la parte media, instrumental— me dije “ahora sí, a llorar” y cuando sentía que los ojos parecían desembalsarse, me preguntan: “Oe, ¿quieres chela?”.
Bueno, igual, fue sensacional escuchar “Dance tonight”, con Macca en la mandolina y contento con que una de sus canciones como solista más recientes haya tenido una respuesta masiva del público.
Bombazo. “Eleanor Rigby”; impecable McCartney en la voz, una que, sí, delata los años, sí, a veces llega a las notas altas sin la solvencia de años pasados, pero que es la voz eterna que ha puesto banda sonora a la vida de millones. Y anoche me cantó a mí, a ti y a los demás en el templo crema. Nota personal, los arreglos de cuerdas de esta pieza no respetaron del todo la versión original; obvio, una fue grabada con un conjunto de cámara y la otra, tocada con un sintetizador.
Dedicó a George Harrison “Something”, la misma que arrancó con un ukulele a solas, en un tempo medio reggaedo, para que al inicio del primer coro toda su banda se sume a la interpretación y construyan la memorable canción del desparecido Beatle.
“Band on the run” es de hecho la canción de los Wings que más ha sonado y, en definitiva, en vivo adquiere nueva dimensiones. Todos sus músicos, de largo recorrido al lado de Paul, se sumaron también a su versión de “Obladi-oblada”, algo más acelerada que la original.
Pero Paul, siendo un músico sexagenario, no era un solo de concesiones al pasado en su setlist. Ya nos había dedicado “Back in the USSR” en un video previo a su llegada y entonces llegó la hora de hacer efectiva la tocada (y pensaba más en la línea “You don’t know how lucky you are, boy”). En la misma línea, “Paperback writer”.
Uno de los momentos cumbres vino a continuación, con un nuevo homenaje a John Lennon. McCartney ahora sí convocó a los apus y espíritus de toda índole y el viaje alucinado de “A day in the life” se dejó oir en el estadio, empalmando con el canto congregacional de “Give peace a chance”, de Lennon. Fino, elegante.
Ya había sido instalado un coloreado piano vertical, al centro y adelantito de su escenario, pero McCartney se sentó nuevamente en el piano negro de cola y empezó con “Let it be”, otra de las más coreadas. “Live and let die”, telúrica, explosiva, brutal. El mismo McCartney acabó la canción medio anonadado, por la fuerza con que la habían tocado y los fuegos artificiales que acompañaron cada quiebre de la canción.
A estas siguió “Hey Jude”, interpretada con magistral ejecución, ahora sí, del pequeño piano colorido, la cual cerró este set. Nunca sentí tan reales las cosas que la canción cuenta, con aquello “don’t carry the world upon your shoulder”. Salió corriendo con una sonrisa y volvió agitando la bandera peruana y su guitarrista, la británica.
Más Beatles. “Day tripper”, “Lady Madonna” (sin sus característicos saxos, qué pena) y “Get back” siguieron; aquí, lo que más me conmovió de lo dicho y cantado por Macca, aunque haya sido una nimiedad para muchos. En “Get back”, a media canción pregunta “You wanna get back? Yeah, me too” (Quieren volver, ir al pasado? Sí, pues yo también). Que te lo diga este tío, sabiendo que la semana pasada dijo que extrañaba a Lennon, que lo escuche yo, a quien los Beatles le dieron música a las diferentes partes de su vida y que se lo diga a 50.000 personas que también buscaban eso, recuerdos en vivo… Auch y bravo.
Un nuevo “Viva el Perú, carajo” precedió a “Yesterday”, ensordecedoramente coreada por todo el coloso de Ate y con Macca en guitarra. “You wanna rock?”, toma “Helter skelter”, y nos ‘achoramos’ con lo más pesado y corrosivo del catálogo Beatle.
“Sgt. Peppers…” reducida y “The end” dieron el cierre a la noche, no sin antes Paul decirnos que “nos vemos la próxima” (solo a fines del año pasado estuvo en el continente y ya volvió así que no debería sorprender una segunda visita).
Nunca lloré del todo. Pero siempre celebraré lo de anoche, siempre.
Con escasas actividades Jamaica recuerda los 30 años de la muerte de Bob Marley
KINGSTON.- Treinta años después de su muerte, Bob Marley, el "rey del reggae", sigue siendo un ícono en Jamaica y su culto se ha transformado en una industria fructífera, pero el compromiso político que transmitía en sus canciones tiende a perderse entre los jóvenes jamaiquinos.
"Su música está tan llena de vida que es difícil llorar" por su ausencia, dice Bernadette Hellwanter, turista austríaca de 24 años, mientras visita el museo Bob Marley en Kingston, donde el músico vivió y compuso varios de sus temas. Como muchos otros fanáticos, Bernadette vive el aniversario de la muerte de Marley más que nada como una fiesta.
"Mi primera interpretación musical en mi liceo de Virginia fue "No Woman No Cry'", cuenta con entusiasmo Nickia Palmer, cantante jamaicana de 33 años que vive en Estados Unidos, mientras observa una de las célebres fotos en la que se ve a Marley junto a su guitarra Gibson.
En las calles de la capital de Jamaica la legenda de Marley -muerto el 11 de mayo de 1981 por un cáncer- sigue siendo alimentada. Su culto se ha transformado en un mercado jugoso. Todos los días se ofrecen visitas organizadas a Nine Mine, su pueblo natal, donde pululan las tiendas de souvenirs que venden todo tipo de objetos con su imagen.
Pero es tanta la comercialización que los allegados al artista temen que su mensaje de justicia y defensa de los oprimidos transmitido en sus canciones se borre por completo.
"Su objetivo nunca fue comercial", explicó su amigo Herbie Miller. "El dinero no era su principal motivación".
La imagen del cantante rasta comprometido políticamente comienza a perder fuerza en Jamaica, según la Fundación Marley, que lamenta la falta de eventos previstos para celebrar el aniversario de los 30 años de su muerte.
Las canciones del padre del reggae se difunden poco en las radios locales. Solo pasan algunos temas bien conocidos, como "One Love" o alguna militante como "Exodus".
Según Miller, "el poder en Jamaica intenta suavizar" el mensaje revolucionario del artista.
De hecho, hay pocas visitas organizadas en el Trench Town, el gueto vecino a Kingston donde Bob Marley vivió en los años 60, que inspiró algunas de sus canciones más comprometidas.
"Como niño de Trench Town, 'Gong' (el sobrenombre de Marley) tuvo un impacto enorme para mí", comenta el cantante de roots-reggae I-Cient-Cy Mau, de 48 años. "Se tomaba mucho tiempo para los jóvenes y eso es algo que falta en el reggae de hoy", añadió.
http://www.youtube.com/watch?v=OFGgbT_VasI
"Su música está tan llena de vida que es difícil llorar" por su ausencia, dice Bernadette Hellwanter, turista austríaca de 24 años, mientras visita el museo Bob Marley en Kingston, donde el músico vivió y compuso varios de sus temas. Como muchos otros fanáticos, Bernadette vive el aniversario de la muerte de Marley más que nada como una fiesta.
"Mi primera interpretación musical en mi liceo de Virginia fue "No Woman No Cry'", cuenta con entusiasmo Nickia Palmer, cantante jamaicana de 33 años que vive en Estados Unidos, mientras observa una de las célebres fotos en la que se ve a Marley junto a su guitarra Gibson.
En las calles de la capital de Jamaica la legenda de Marley -muerto el 11 de mayo de 1981 por un cáncer- sigue siendo alimentada. Su culto se ha transformado en un mercado jugoso. Todos los días se ofrecen visitas organizadas a Nine Mine, su pueblo natal, donde pululan las tiendas de souvenirs que venden todo tipo de objetos con su imagen.
Pero es tanta la comercialización que los allegados al artista temen que su mensaje de justicia y defensa de los oprimidos transmitido en sus canciones se borre por completo.
"Su objetivo nunca fue comercial", explicó su amigo Herbie Miller. "El dinero no era su principal motivación".
La imagen del cantante rasta comprometido políticamente comienza a perder fuerza en Jamaica, según la Fundación Marley, que lamenta la falta de eventos previstos para celebrar el aniversario de los 30 años de su muerte.
Las canciones del padre del reggae se difunden poco en las radios locales. Solo pasan algunos temas bien conocidos, como "One Love" o alguna militante como "Exodus".
Según Miller, "el poder en Jamaica intenta suavizar" el mensaje revolucionario del artista.
De hecho, hay pocas visitas organizadas en el Trench Town, el gueto vecino a Kingston donde Bob Marley vivió en los años 60, que inspiró algunas de sus canciones más comprometidas.
"Como niño de Trench Town, 'Gong' (el sobrenombre de Marley) tuvo un impacto enorme para mí", comenta el cantante de roots-reggae I-Cient-Cy Mau, de 48 años. "Se tomaba mucho tiempo para los jóvenes y eso es algo que falta en el reggae de hoy", añadió.
http://www.youtube.com/watch?v=OFGgbT_VasI
VIDEO INNEDITO JAJAJA, MIRA LO Q PASO AEROSMITH EN LA SEMANAJoe Perry asegura que no quiso empujar a Steven Tyler para que se cayera del escenario
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STEVEN TYLER,
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El ‘Amor en el elevador’ pareció más bien odio sobre el escenario. En plena interpretación de este hit, Steven Tyler se volvió a caer del estrado, aunque esta vez con una ‘ayudita’. Como se ve en las imágenes, la cadera de Joe Perry choca contra la espalda del vocalista y este es lanzado hacia sus fans.
Lo que parecía ser una nueva bronca en público entre el guitarrista y el padre de Liv Tyler ha sido desmentido por un representante de la banda, quien aseguró que Perry nunca quiso empujar al cantante.
“Joe quería que sus fans supieran que él nunca empujaría a Steven del escenario a propósito”, afirmó a TMZ, agregando que Perry es “un caballero total”.
El incidente ocurrió durante una presentación del grupo en Toronto, Canadá. Felizmente, Tyler no sufrió ninguna lesión. “Esto no va a volver a pasar, baby”, aseguró.
Inacabable: Ozzy Osbourne lanzó nuevo disco "Scream"
El mítico cantante de metal Ozzy Osbourne vuelve a lo mejor que tiene: la música. Su nuevo álbum “Scream” será el trabajo numero 10 de su larga y colorida carrera que comenzó con la banda Black Sabbath.
El primer álbum que lanzó con ellos en 1970 recibió el disco platino tanto en Reino Unido como en Estados Unidos.
Osbourne se dio a conocer a una nueva generación de fans como la estrella del ‘reality’ acerca de la vida de su familia “Los Osbourne”. Pero lo que más le apasiona definitivamente es hacer música.
“Soy básicamente un rockero, esa es mi pasión”, señaló el astro del metal.
UN GRAN IMPULSOR DEL ROCK
Ozzy ha vivido al límite en su estilo rockero y entre los altos y bajos algo de lo que se enorgullece es el “Ozzfest”, un festival anual de rock pesado que fundó con su esposa Sharon en 1996.
El festival que se ha movido por Norteamérica y Europa, presenta estrellas reconocidas, así como nuevos artistas.
“Le damos una plataforma de lanzamiento a nuevas bandas. Cuando empecé con Black Saabbath hace todos esos años teníamos que tocar en clubes y bares o cualquier parte”, añadió Osbourne.
EL TOUR DE OZZY
La estrella de 61 años aun no planea retirarse y dijo que vive la vida a cada minuto. Ozzy está montado en el maratónico tour mundial de 18 meses para la promoción de “Scream”.
El primer álbum que lanzó con ellos en 1970 recibió el disco platino tanto en Reino Unido como en Estados Unidos.
Osbourne se dio a conocer a una nueva generación de fans como la estrella del ‘reality’ acerca de la vida de su familia “Los Osbourne”. Pero lo que más le apasiona definitivamente es hacer música.
“Soy básicamente un rockero, esa es mi pasión”, señaló el astro del metal.
UN GRAN IMPULSOR DEL ROCK
Ozzy ha vivido al límite en su estilo rockero y entre los altos y bajos algo de lo que se enorgullece es el “Ozzfest”, un festival anual de rock pesado que fundó con su esposa Sharon en 1996.
El festival que se ha movido por Norteamérica y Europa, presenta estrellas reconocidas, así como nuevos artistas.
“Le damos una plataforma de lanzamiento a nuevas bandas. Cuando empecé con Black Saabbath hace todos esos años teníamos que tocar en clubes y bares o cualquier parte”, añadió Osbourne.
EL TOUR DE OZZY
La estrella de 61 años aun no planea retirarse y dijo que vive la vida a cada minuto. Ozzy está montado en el maratónico tour mundial de 18 meses para la promoción de “Scream”.
CRÓNICAS DE UN GRUPO MUY MUY BUENO DESCONOCIDO VERSAILLES
Grupo Japones de Power Metal, musica muy buena cosa particular la ropa renacentista que utilizan, un par de guitarras de las mejores, y la beateria y la voz como las de pocos grupos... realmente versailles es un muy buen grupo de metal, y lo malo es que estuvo en peru y mucha gente heavy no lo conociamos particularmente en mi santo me hablaron de este grupo, lo escuche y compre mi entrada un espectaculo muy bueno, y he estado en los mejores conciertos de los ultimos annos "Maiden, guns, aerosmith, metallica, megadeth" recomiendo versailles escuchenlos y si vuelven pues coordinemos para ir.
La expectativa era enorme. Era la primera vez que una banda japonesa se presentaba en Perú. Cientos de fans hacían cola a las afueras de la discoteca Vocé en donde el grupo Visual Kei Versailles Philarmonic Quintet haría su presentación. Los fans aguardaban, algunos vestidos para la ocasión, con sus mejores atuendos y rosas rojas para lo que fue una vibrante presentación.
A las nueve de la noche se inició el espectáculo musical. El público gozó con las interpretaciones de Kamijo, Hisaki, Teru y Yuki en el pequeño espacio que ofrecía el recinto.
El idioma no fue un problema. Si bien fueron solo algunas palabras, frases de Kamijo como “Peru no onna wa totemo kawaii” hicieron delirar al público. Más aún cuando exclamó “Aishiteru, arigatou, tanoshii, Perú Saikoo”, y fue algo especial cuando intentó leer un tela blanca en donde se habían escrito algunas frases para la banda. Al fin se rindió “Yomanai ne”. (Sumimasen, mi japonés es muy básico)
Si bien los fans hicieron sentir como en casa a Versailles durante todo el concierto, fueron en las últimas canciones que el público se desbordó. Tras mostrar la bandera peruana por segunda vez y bromear con Teru, Kamijo cautivó al público, que respondió poniendo en aprietos a los agentes de seguridad.
Tras la entrega de un disco dorado a la banda como regalo, y agradecer su presencia en Perú (y solicitar su regreso el próximo año), terminó el concierto que esperamos sea solo el inicio de otros espectáculos musicales de bandas japonesas en Perú. Señoras y señores, queremos más: jpop, jrock, visual kei, TODO.
La expectativa era enorme. Era la primera vez que una banda japonesa se presentaba en Perú. Cientos de fans hacían cola a las afueras de la discoteca Vocé en donde el grupo Visual Kei Versailles Philarmonic Quintet haría su presentación. Los fans aguardaban, algunos vestidos para la ocasión, con sus mejores atuendos y rosas rojas para lo que fue una vibrante presentación.
A las nueve de la noche se inició el espectáculo musical. El público gozó con las interpretaciones de Kamijo, Hisaki, Teru y Yuki en el pequeño espacio que ofrecía el recinto.
El idioma no fue un problema. Si bien fueron solo algunas palabras, frases de Kamijo como “Peru no onna wa totemo kawaii” hicieron delirar al público. Más aún cuando exclamó “Aishiteru, arigatou, tanoshii, Perú Saikoo”, y fue algo especial cuando intentó leer un tela blanca en donde se habían escrito algunas frases para la banda. Al fin se rindió “Yomanai ne”. (Sumimasen, mi japonés es muy básico)
Si bien los fans hicieron sentir como en casa a Versailles durante todo el concierto, fueron en las últimas canciones que el público se desbordó. Tras mostrar la bandera peruana por segunda vez y bromear con Teru, Kamijo cautivó al público, que respondió poniendo en aprietos a los agentes de seguridad.
Tras la entrega de un disco dorado a la banda como regalo, y agradecer su presencia en Perú (y solicitar su regreso el próximo año), terminó el concierto que esperamos sea solo el inicio de otros espectáculos musicales de bandas japonesas en Perú. Señoras y señores, queremos más: jpop, jrock, visual kei, TODO.
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